El Ajo.
El ajo procede de los países del centro de Asia, desde donde se propagó al área mediterránea y, de ahí, al resto del mundo.
Hay evidencias de que el ajo ya se consumía en Egipto hace 5.000 años.
En la actualidad, España ostenta el primer puesto europeo y el cuarto a nivel mundial en la producción de ajos.
Allium Sativum. Perteneciente a la familia de las Liliáceas.
El ajo es un diurético, expectorante y estimulante, ayuda a reducir los riesgos de contraer cáncer por sus contenidos en antioxidantes como la allicina, la quercitina..
Es un alimento que incrementa las defensas del organismo mejorando nuestra respuesta a virus y bacterias, es antiinflamatorio, anticoagulante, vasodilatador y depurador.
Es un antibiótico natural.
Estas amplias facultades se deben a su composición rica en sulfuros, allicina y alliína, ácido sulfociánico, insulina, almidón, vitaminas A y B1, aminoácidos y proteínas, entre otros.
De todas las propiedades anteriormente descritas, las propiedades más investigadas y comprobadas, se refieren a su acción en el sistema cardiovascular.
Esto se debe a que es un importante regulador de la presión arterial y un antiagregante plaquetario.
Se recomienda comerlo crudo ya que cocido pierde más del 90% de su efectividad.
Para evitar el mal aliento o posibles ardores, se aconseja retirar el germen del ajo.
Este lugar es donde se concentra su olor característico y que suele resultar indigesto.
Para retirar este germen solo basta con cortarlo por la mitad (a lo largo,no a lo ancho ) y allí encuentras en el centro dicho germen.
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